Cuando nací Karina ya era parte de mi familia y desde que tengo uso de razón recuerdo mi profunda admiración por ella, nunca pregunté ¿Qué le ha pasado a Karina? ¿Nació así? Para mi Karina era distinta, simple y llanamente distinta y tanto que lo es. Karina es la persona más feliz y realizada que conozco, una mujer que sabe convertir reveses en victorias, que siempre está sonriendo, la amiga que siempre está sin juzgar, la mejor madre que conozco, siempre se quiere superar, clases de alemán, ahora estudio comercio, ahora me matriculo en Derecho y todo esto acompañado de unas profundas y sinceras ganas de vivir y disfrutar la vida.
Recuerdo cuando me dijo que estaba embarazada y recuerdo la alegría y la satisfacción que me provocó que Karina cumpliera su sueño, también recuerdo cuando nos despedimos en la Habana, con la incertidumbre de no saber cuando nos volveríamos a abrazar, pero si sabíamos que nuestra amistad, amor y admiración profunda nunca iba a cambiar a pesar de la distancia. Karina es un pilar fundamental en mi vida, cuando las cosas se tuercen siempre viene a mi pensamiento para devolverme las ganas de luchar y las ganas de sonreír.
Mujeres como ella me inspiran a diseñar para Hõbe, ella es musa y modelo, es clienta y amiga, es aspiración y deseo, ojalá fuésemos capaces de ver la vida a través de sus ojos, con sus ganas, con su capacidad de adaptación y con su capacidad de amar.