La joyería ha estado presente durante todos los momentos en la existencia de la humanidad siendo utilizada por todas las culturas desde la prehistoria hasta nuestros días, constituye la riqueza cultural de nuestra civilización, forma parte de eventos muy importantes, como celebraciones de distinta índole, principalmente cultos religiosos, festividades, eventos políticos, deportivos y la celebración de la vida diaria; tiene significado de poder, riqueza y desarrollo tecnológico.
«La joyería, el arte de auto adornarse, tiene una larga historia. Collares de más de treinta mil años prueban que la historia de la joyería es tan vieja como el hombre mismo. En qué momento el objeto ornamental se convierte en arte depende de la elusiva definición del término arte. El término Joyería de Arte se ha vuelto tan polisémico como el arte mismo. Una pieza de joyería es un objeto pequeño que puede tener un gran significado para una persona. La gente y la joyería son inseparables; la joyería teniendo una escala humana, la gente dando significado a la joyería. Jerarquía, poder, amor, protección: la joyería siempre se ha usado para comunicarse con los demás». (Vallarta Siemelink)
Abraham Harold Maslow —psicólogo estadounidense, uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología humanista—, influyó en la visión del mundo para la sociedad proporcionando una nueva faceta del estudio del comportamiento humano. Maslow conformó una estructura con forma de pirámide para explicar las necesidades humanas psicológicas y físicas. Este diagrama consiste en una serie de escalones que llegan a la cúspide coronada por la auto realización que se alcanza por un estado de armonía y entendimiento mientras que la base de la pirámide está conformada por las necesidades básicas o fisiológicas.
En sí, muchos de los artículos de joyería no presentan un valor de uso, debido a que su función principal no está relacionada con poder realizar ciertas actividades. Claramente los seres humanos con o sin joyería son capaces de realizar sus actividades diarias. Por lo contrario, en realidad la joyería entorpece esas actividades; sin embargo, su función y uso principal es el de adornar e impactar. En una encuesta realizada a varias mujeres, la mayoría mencionaron sentirse incómodas sin usar joyas, otras mencionaron sentirse del sexo opuesto, y las últimas —en menos cantidad— mencionaron sentirse como desnudas. Pero, ¿cómo es que la ausencia de un objeto que podría entorpecer algunas capacidades de movimiento, puede causar que una persona se sienta incómoda?
La joyería además de un valor de cambio tiene un gran valor de signo. Un artículo de joyería podría estar hecho de materiales muy económicos sin embargo podría alcanzar precios altísimos tan sólo por la marca que lo comercializa. En este mismo apartado podría encontrarse una subdivisión: el valor sentimental, debido a que los artículos de joyería pueden convertirse en objetos invaluables por parte de sus poseedores debido a que guardan recuerdos y sentimientos que pueden alcanzar valores simplemente irracionales. No obstante, dentro de este mismo apartado podría adicionar un nuevo valor que nombraría: valor conceptual. Actualmente existe un movimiento de joyería llamado joyería contemporánea, que podría considerase dentro de los cánones artísticos. Estos artículos tienen como finalidad, confrontar al espectador así como al usuario; en ocasiones, muy alejados de los materiales preciosos y que pueden no ser usables, son valuados con base en otro tipo de estándares —aunque tengan que ver con los costos de producción—, cuya importancia radica en la originalidad, manufactura, concepto, valor artístico y experimental.
La joyería podría situarse en el escalón llamado de aceptación social, ya que es una necesidad psicológica, que se satisface cuando los seres humanos cuidan de sí mismos físicamente. En tal caso se tienen necesidades de pertenencia a un grupo social o a una necesidad de aceptación, lo cual está directamente relacionado con la apariencia. Sin embargo, de manera similar se relaciona con el cuarto nivel llamado necesidad de autoestima, en el cual los individuos se sienten cómodos con lo que han conseguido. Esto incluye el éxito así como también cubrir una necesidad de respeto, reputación, prestigio y estatus, fundamentalmente en una percepción propia; aunque el autor menciona que también se consigue por la percepción que los demás le transmiten al sujeto en cuestión. No debemos olvidar que muchas personas basan su seguridad en la manera en que son percibidas por el resto del mundo, apoyándose en la manera de vestir, los artículos que portan, en las actitudes que toman y en la manera en que se desenvuelven ante la sociedad.
Pero si los artículos que se portan se toman como referentes para mostrar una faceta o una personalidad para satisfacer una necesidad de pertenencia y estima, ¿cómo es que nos sentimos atraídos por ciertos objetos que psicológicamente pueden satisfacer esas necesidades? Seguramente esto se deba a la acción de la mercadotecnia y la publicidad, que producen mensajes que buscan despertar los deseos de un público objetivo, a partir tocar puntos sensibles y mover sus sentimientos. (Continuará)
(Con info de foroalfa.org)